Sustituir el azúcar por edulcorantes sin calorías en los alimentos no da más hambre y, además, ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre
El uso de edulcorantes en lugar de azúcar en los alimentos puede ser controvertido debido a informes contradictorios sobre su potencial para aumentar el apetito. Se han realizado estudios previos, pero no han aportado pruebas sólidas.
Sin embargo, los investigadores afirman que su estudio, que cumple el nivel de prueba de referencia en la investigación científica, aporta pruebas muy sólidas de que los edulcorantes y potenciadores del sabor dulce no repercuten negativamente en el apetito y son beneficiosos para reducir la ingesta de azúcar.
El ensayo controlado aleatorizado a doble ciego reveló que el consumo de alimentos que contienen edulcorantes produce una reducción de la sensación de apetito y de las respuestas hormonales relacionadas con el apetito similar a la de los alimentos azucarados, y aporta algunos beneficios como la reducción de la glucemia, que puede ser especialmente importante en personas con riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.
El ensayo fue dirigido por la Universidad de Leeds en colaboración con el Centro de Investigación sobre Nutrición Humana de Rhône-Alpes. Se trata del último estudio publicado por el consorcio SWEET, formado por 29 socios europeos del ámbito de la investigación, los consumidores y la industria, que trabaja en la elaboración y revisión de pruebas sobre los beneficios a largo plazo y los posibles riesgos del cambio a edulcorantes y potenciadores del sabor dulce en el contexto de la salud pública y la seguridad, la obesidad y la sostenibilidad. Ha sido financiado por Horizonte Europa.
AYUDA PARA CONTROLAR EL PESO Y LA GLUCEMIA
La autora principal, Catherine Gibbons, catedrática asociada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Leeds, ha declarado: «Reducir el consumo de azúcar se ha convertido en un objetivo clave de salud pública en la lucha por reducir la creciente carga de enfermedades metabólicas relacionadas con la obesidad, como la diabetes de tipo 2».
«Limitarse a eliminar el azúcar de los alimentos sin sustituirlo puede repercutir negativamente en su sabor o aumentar los antojos de dulce, lo que dificulta el cumplimiento de una dieta baja en azúcar. La sustitución de azúcares por edulcorantes y potenciadores del dulzor en los productos alimenticios es una de las estrategias dietéticas y de fabricación de alimentos más utilizadas para reducir la ingesta de azúcar y mejorar el perfil nutricional de los alimentos y bebidas comerciales.»
El investigador principal, Graham Finlayson, catedrático de Psicobiología de la Facultad de Psicología de la Universidad de Leeds, afirmó: «El uso de edulcorantes y potenciadores del sabor dulce ha recibido mucha atención negativa, incluidas publicaciones de gran repercusión que relacionan su consumo con el deterioro de la respuesta glucémica, daños toxicológicos en el ADN y un mayor riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Estos informes contribuyen al desconcierto actual sobre la seguridad de los edulcorantes y los potenciadores del sabor dulce entre el público en general y, especialmente, entre las personas con riesgo de padecer enfermedades metabólicas.
«Nuestro estudio aporta pruebas cruciales que apoyan el uso cotidiano de edulcorantes y potenciadores del sabor dulce para controlar el peso corporal y la glucemia».
El estudio, que es el primero de este tipo, analizó los efectos del consumo de galletas que contenían azúcar o dos tipos de edulcorantes alimentarios: el sustituto natural del azúcar Stevia, o el edulcorante artificial Neotame en 53 hombres y mujeres adultos con sobrepeso u obesidad.
Hasta ahora, prácticamente todos los estudios sobre los efectos de los edulcorantes y potenciadores del dulzor en el apetito y la glucemia se han realizado utilizando bebidas como vehículo. Pocos estudios incluyen voluntarios con sobrepeso u obesidad y pocos han incluido voluntarios de ambos sexos.
La mayoría de los estudios sólo han comparado un único edulcorante, principalmente aspartamo, con un control, y muy pocos han examinado el efecto de la ingesta diaria repetida de un edulcorante o potenciador del sabor conocido en la dieta normal.
El nuevo ensayo se llevó a cabo en la Universidad de Leeds y en el Centro de Investigación sobre Nutrición Humana de Rhône-Alpes (CRNH-RA), Francia, entre 2021 y 2022. Todos los participantes tenían entre 18 y 60 años y padecían sobrepeso u obesidad.
El ensayo consistió en tres periodos de consumo de dos semanas, en los que los participantes consumieron galletas con relleno de fruta que contenía azúcar; el sustituto natural del azúcar Stevia, o el edulcorante artificial Neotame, cada uno separado por una pausa de 14-21 días. El día 1 y el día 14 de los periodos de consumo tuvieron lugar en el laboratorio.
Se indicó a los participantes que acudieran al laboratorio tras pasar la noche en ayunas, se les tomó una muestra de sangre para establecer los niveles basales de glucosa, insulina y hormonas relacionadas con el apetito. También se les pidió que valoraran su apetito y sus preferencias alimentarias.
Tras consumir las galletas, se les pidió que evaluaran su sensación de saciedad durante varias horas. Se midieron los niveles de glucosa e insulina, así como de grelina, péptido 1 similar al glucagón y polipéptido pancreático, hormonas asociadas al consumo de alimentos.
Los resultados de los dos tipos de edulcorantes no mostraron diferencias en el apetito.