Los accesorios tienen una peculiar función psicológica: expresar aún más la identidad y la personalidad de la persona que los lleva
En el mundo de la moda, un accesorio es un elemento que contribuye, de forma secundaria, al atuendo de una persona. Estamos hablando de esas cosas que nos visten pero que no son ropa, como las corbatas, sombreros, gorros, cinturones y tirantes, guantes, manguitos, collares, pulseras, relojes, gafas, chales, pañuelos, cordones, calcetines, alfileres, piercings, anillos y medias, entre otras muchas. Algunos de los accesorios de moda más emblemáticos de distintos periodos de la historia son los sombreros de los años 20, los bolsos de los 50, las grandes gafas de sol de los 70 y los calentadores de los 80. En el siglo XXI, el accesorio ganador es sin duda la carcasa del móvil.
Los accesorios tienen además una peculiar función psicológica: expresar aún más la identidad y la personalidad de la persona que los lleva, bien sea una expresión de su individualidad o de pertenencia a un grupo. Los primeros ornamentos que conocemos representan un salto en la cultura humana: la capacidad de atribuir un significado a los objetos más allá de su utilidad. Esto requiere un complejo pensamiento abstracto. Los primeros indicios indiscutibles proceden de yacimientos europeos de unos 35.000 años de antigüedad, e incluyen ornamentos, como collares, y pinturas rupestres.
LOS ACCESORIOS EN LA HISTORIA
En 1991, unos montañeros descubrieron en los Alpes, a unos 100 kilómetros al noreste de la capital italiana de la moda, Milán, a Ötzi, la momia de un hombre de 5.300 años de antigüedad, preservada de forma asombrosa por el frío. Este hombre que murió de forma violenta, atravesado por la espalda con una flecha. Entre su atuendo se encontraban unas pantuflas de piel de cabra y un sobrero de piel de oso, que seguramente había cosido él mismo.
Las espadas celtíberas de la Edad de Hierro, a partir del siglo VII a.e.c., predecesoras de las espadas de los legionarios romanos, presentaban intrincados diseños en la empuñadura, la hora y la vaina, lo que nos indica que para su portador eran más que un arma.
A principios del siglo XVI, en Italia, los hombres de mayor estatus social llevaban insignias en su sombrero como elemento decorativo, a imitación de las insignias de gorra que llevaban los militares invasores. Estas insignias se diseñaban a partir de placas y a menudo representaban una escena de relevancia personal para el portador, lo que las convierte en uno de los primeros accesorios de moda producidos con esta intención.
En la moda victoriana, los accesorios como los abanicos, las sombrillas y los guantes tenían un gran significado para la forma en que las mujeres expresaban su clase social. Por ejemplo, las mujeres solían utilizar guantes para cubrirse las manos y enmascarar cualquier signo de trabajo, que se consideraba propio de las clases más bajas.
LOS ACCESORIOS EN LA ACTUALIDAD
La ropa ha pasado de ser una forma de cubrir el cuerpo a ser una forma de expresión personal. Del mismo modo, los accesorios pueden considerarse una extensión de nuestra personalidad y, cuando los llevamos, dan a los demás una idea de quiénes somos. Pueden expresar conformidad y pertenencia a un grupo, o por el rebeldía e individualidad.
Los accesorios se han convertido en una industria que mueve alrededor de 1,5 billones de euros al año en todo el mundo. Solo las joyas venden por valor de 230.000 millones al año, los bolsos, 47.000 millones, y las gafas de sol, 17.000 millones. Una de las últimas entradas en esta lista son las carcasas de teléfonos móviles, que ya han superado en ventas a las gafas de sol, con un total de 22.000 millones anuales.
Los teléfonos móviles inteligentes o smartphones, en comparación, generan ventas por valor de 77.000 millones al año. La diferencia no es tanta, y hay que tener que aunque el precio de la carcasa es menor, se venden muchas más carcasas que teléfonos.
EL TRIUNFO DE LA CARCASA DE MÓVIL
Alrededor del 80% de los seres humanos tienen un teléfono móvil inteligente. La carcasa del móvil se ha convertido, necesariamente, en el accesorio más ubicuo para la expresión de la personalidad. El primer Informe de tendencias en accesorios para smartphone, publicado por la Casa de las Carcasas, indica que los accesorios para el móvil son el elemento en el que más les gusta innovar y arriesgar a los españoles, a pocos puntos de diferencia de los bolsos y zapatos.
Aunque las carcasas más vendidas son las lisas o estampadas, hay una gran tendencia hacia los modelos personalizados. Los encuestados manifiestan que les gustaría decorar sus móviles con fotografías (31,8%), nombres o iniciales (23,6%), frases bonitas o inspiradoras (23,3%) y, en último lugar, un diseño o dibujo hecho por ellos mismos (21,3%).
Por ejemplo, llevar una chaqueta de cuero en invierno puede indicar que valoras tu individualidad y no te importa lo que los demás piensen de ti. Los accesorios se convierten así en parte importante de nuestra identidad. Pueden ser una forma de rebeldía, así como una expresión de nuestra personalidad.
El tipo de accesorio que un individuo elige llevar o usar para complementar su atuendo puede estar determinado por varios factores, incluyendo el contexto específico del lugar al que se dirige. Por ejemplo, si un individuo va a trabajar, su elección de accesorio será diferente a la de alguien que va a salir a tomar algo o a cenar; así, dependiendo del trabajo o del juego, se elegirán diferentes accesorios. Del mismo modo, el estatus económico de un individuo y su origen religioso y cultural también serían un factor a tener en cuenta