Se desvanecen las esperanzas al confirmarse que el LK-99 no es un superconductor a temperatura ambiente
El sueño parece haber terminado. Tras unas semanas intensas de especulación y drama, cada vez más laboratorios han sido capaces de recrear el LK-99, también conocido como plomo-apatita modificado. El material se presentó como el primer superconductor a presión y a temperatura ambiente, una afirmación que fue recibida con sano escepticismo y entusiasmo. Después de todo, las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias.
La saga del LK-99 comenzó a finales de julio, cuando un equipo dirigido por Sukbae Lee y Ji-Hoon Kim en el Quantum Energy Research Centre, una empresa emergente de Seúl, publicó artículos preliminares en los que se afirmaba que el LK-99 es un superconductor a presión normal y a temperaturas de hasta al menos 127 ºC. Todos los superconductores confirmados anteriormente sólo funcionan a temperaturas y presiones extremas.
Por desgracia, las pruebas no se han materializado. Los laboratorios han reproducido el material siguiendo las instrucciones del artículo original y, en los nuevos documentos subidos, no han encontrado ninguna prueba de superconductividad. En realidad, todo lo contrario.
La superconductividad comienza a una temperatura crítica por debajo de la cual el material puede transmitir electricidad sin resistencia. Según algunos de los nuevos datos, la resistividad del LK-99 aumenta al bajar la temperatura, como una especie de antisuperconductor.
Lo que se busca en un superconductor es que a partir de cierta temperatura la resistencia se vuelva cero. Debería verse un cambio muy claro en la resistencia a la temperatura en la que empieza a superconducir».
Otras mediciones que se esperaba observar eran un cambio drástico en la capacidad calorífica a la temperatura crítica y el paso de no ser magnético a ser diamagnético. El diamagnetismo se vio en varios vídeos (aunque un artículo afirma que es ferromagnetismo), pero por sí solo no es tan interesante. Montones de materiales son diamagnéticos sin muchas aplicaciones revolucionarias.
Aunque la evolución es ciertamente decepcionante, la ciencia de los materiales sigue haciendo avances en superconductividad. Se espera que en la próxima década salgan al mercado nuevos materiales con propiedades revolucionarias. Siguen necesitando refrigeración, pero utilizar nitrógeno líquido como refrigerante no es demasiado caro, ya que es el gas más abundante en la atmósfera.
Los científicos desconocen muchas cosas sobre cómo surge la superconductividad en un material y, por eso, es difícil encontrar un material que sea superconductor a temperatura ambiente y presión ambiente. El trabajo continúa.