Los científicos sopesan el estado actual de las poblaciones de ballena azul en todo el mundo con el mayor conjunto de datos genómicos mundiales hasta la fecha
La ballena azul (Balaenoptera musculus), el animal vivo más grande del mundo con una longitud media de 27 metros, se ha recuperado lentamente de la caza de ballenas para enfrentarse a los crecientes retos del calentamiento global, la contaminación, la alteración de las fuentes de alimento, el transporte marítimo y otras amenazas humanas.
En un nuevo e importante estudio, la Universidad de Flinders ha hecho balance del número, distribución y características genéticas de las poblaciones de ballena azul de todo el mundo y ha hallado las mayores diferencias entre el Pacífico oriental, la subespecie antártica y las subespecies pigmeas del Índico oriental y el Pacífico occidental.
«Cada uno de estos grupos debe conservarse para mantener la biodiversidad de la especie, y hay indicios de que la selección natural en distintos entornos contribuyó a impulsar las diferencias genéticas entre los grupos de alto nivel», afirma la Dra. Catherine Attard, primera autora del estudio, en un artículo publicado recientemente en Animal Conservation.
«Dentro de estas regiones, había diferencias entre el Pacífico Norte oriental y el Pacífico Sur oriental, y entre el Océano Índico oriental, el Pacífico Sur occidental y el Océano Índico septentrional, pero no en el grupo antártico», añade.
LA BALLENA AZUL SIGUE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
El estudio no encontró indicios de endogamia, lo cual es una buena noticia para la posible recuperación de subespecies y poblaciones. Sin embargo, esta especie en peligro de extinción sigue afrontando retos.
La recuperación de las ballenas barbadas, incluidas las ballenas azules en peligro de extinción, se ve amenazada por múltiples factores de origen humano, como el ruido submarino, los cambios en la disponibilidad de alimento debidos a los efectos antropogénicos sobre la productividad oceánica, los contaminantes ambientales, las colisiones con embarcaciones y los enredos en artes de pesca.
«Nuestros resultados se basan en décadas de trabajo para mejorar la gestión de las ballenas azules en peligro de extinción en el marco de la Comisión Ballenera Internacional», afirma el Dr. Attard.
Las tasas de migración estimadas fueron del 1% al 4% entre cada uno de los grupos de alto nivel, con individuos migrantes (es decir, que se desplazan sin necesariamente cruzarse) e híbridos (es decir, que se cruzan) entre los grupos de alto nivel.
Al reconstruir las estructuras poblacionales de las ballenas, los investigadores hallaron una similitud inesperada entre las ballenas azules del Pacífico Sur oriental y del Pacífico Norte oriental, lo que sugiere que forman parte de la misma subespecie, en lugar de su clasificación actual como subespecies separadas.
EL PROBLEMA DE LA DIVERSIDAD GENÉTICA DE LAS BALLENAS AZULES
«Este hallazgo fue inesperado dado que se cree que las poblaciones de ballena azul tienen temporadas de reproducción opuestas cuando sus poblaciones existen a ambos lados del ecuador», añade la autora principal, la profesora asociada Luciana Möller, del Laboratorio de Ecología Molecular y del Laboratorio de Ecología, Comportamiento y Evolución de Cetáceos de la Universidad Flinders.
«Mientras que las ballenas azules del Índico oriental y el Pacífico occidental tienen la menor diversidad genética de los grupos jerárquicos de alto nivel, lo que probablemente se deba a la diversificación inducida por el clima más que a los impactos antropogénicos, nuestro estudio identificó el Océano Índico oriental, el Océano Pacífico sur occidental y potencialmente el Océano Índico occidental como poblaciones diferentes dentro del Pacífico indooccidental», afirma la profesora asociada Möller.
Además de generar el mayor conjunto de datos genómicos mundiales de ballenas azules hasta la fecha, el estudio incorporó información procedente de recientes investigaciones sobre marcado por satélite, acústica e isótopos estables para relacionar los resultados genéticos con las llamadas de las poblaciones de ballenas azules y sus pautas migratorias y de cría típicas.
Expertos de la Universidad Flinders han hecho un balance del número, distribución y características genéticas de las poblaciones de ballena azul de todo el mundo y han hallado las mayores diferencias entre las subespecies del Pacífico oriental, la subespecie antártica y las subespecies pigmeas del Pacífico oriental indio y occidental. Crédito: Flinders University
Otro coautor, el profesor Luciano Beheregaray, que fundó el Laboratorio de Ecología Molecular de la Universidad Flinders en 2009, añade: «La genómica es una herramienta vital que tiene un poder inigualable para determinar la diferenciación de las poblaciones, la conectividad y otras características para informar sobre la gestión de la conservación de la biodiversidad».
«Para comprender mejor las adaptaciones de la ballena azul y otras ballenas barbadas, es necesario realizar estudios poblacionales del genoma completo y compararlos con las condiciones ambientales. Podría producirse un agotamiento localizado de las ballenas azules si estas amenazas se concentran en zonas que contienen poblaciones con una conectividad limitada con los animales de las regiones circundantes.
«Así, la descripción de los patrones espacio-temporales de las diferencias poblacionales dentro de una especie y sus límites geográficos puede informar las decisiones de gestión sobre el momento y la ubicación de las actividades humanas para minimizar los impactos sobre estas especies de ballenas de gran distribución».
Aunque la ballena azul quedó protegida de la caza comercial en 1966, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) implantó una moratoria mundial 20 años después.
El grupo de investigación, con sede en la Universidad de Flinders, pide a la CBI que utilice los resultados para perfeccionar la delimitación de las poblaciones de ballena azul con fines de conservación y gestión.
«Recomendamos que los organismos nacionales de gestión minimicen las actividades humanas que puedan afectar a estos grupos de gestión cuando las ballenas azules se encuentren dentro de su jurisdicción», concluyen los investigadores.
Expertos de la Universidad Flinders han hecho un balance del número, distribución y características genéticas de las poblaciones de ballena azul de todo el mundo y han hallado las mayores diferencias entre las subespecies del Pacífico oriental, la subespecie antártica y las subespecies pigmeas del Pacífico oriental indio y occidental. Crédito: Flinders University