El niño jugaba al lado de su madre, mientras ella lavaba el baño, pero en un momento le puso el candado alrededor del cuello. Ella, sin sentir pánico y hasta divertida (porque supuestamente, tenía la clave), intentó quitárselo, pero lo que no sabía es que el infante ya había cambiado la combinación y la había olvidado.
Así que entró en pánico y decidió acudir a la comisaria. Los policías, después de varios intentos y al examinar el candado, decidieron llamar al equipo de bomberos locales, quienes tomaron una toalla y con la ayuda de alicates lograron cortarlo. Cuando cumplieron su objetivo, la mujer pudo respirar por fin con alivio.
Los bomberos le advirtieron a la señora que debería educar mejor a su hijo a lo que ella contesto que ya lo había azotado por su mal comportamiento y que estaba en casa durmiendo.