Viajar en moto puede dejar de ser un atentado para los pulmones si prospera este prototipo de casco de moto con filtro de partículas.
Hasta que se comercialice algún casco con filtro de partículas incorporado, conducir una moto es un experiencia ambivalente Se puede oler la leña, el mar, un bosque de pinos… pero también respirar las emanaciones de un camión porcino. En esos momentos es cuando algunos motoristas se cuestionen si no estarían mejor dentro de en coche. En otros, como atravesar Aguilar de Campoo, se convierte en una experiencia deliciosamente placentera por su característico olor a galletas.
En las grandes ciudades las cosas son muy delicadas. La calidad del aire es horrible en algunas urbes. Los motoristas lo sufren aún más porque suelen detenerse demasiado cerca de los tubos de escape de otros vehículos.
Una bocanada de aire fresco
Para evitar que sus pulmones se resientan, la compañía india Sheillos ha presentado un casco con filtro de partículas. Puros, como se denomina el prototipo, tiene una entrada de aire en la parte posterior y un ventilador alimentado por batería que hace llegar el aire a la cara del piloto tras haberlo hecho pasar por un filtro HEPA. Estos dispositivos actúan de sistema de retención de partículas volátiles. Suelen estar fabricados en fibra de vidrio. Actualmente, son la solución más extendida para purificar el aire. El Puros de Sheila asegura eliminar nueve de cada diez partículas que respiramos.
Según la OMS, la contaminación ambiental pone en peligro nuestro sistema respiratorio y favorece ciertos tipos de cáncer. Además, afecta a la fertilidad, al embarazo, a los niños pequeños, está relacionada con la diabetes, la obesidad, el envejecimiento, la demencia senil y otras enfermedades.
Hay que esperar
Shellios no menciona el peso de este prototipo de casco con filtro incorporado ni cuánto dura la batería. Sí aclara que se carga por USB y que un simple botón situado en la parte posterior es suficiente para activar o desactivar el sistema.
En este momento, solo está certificado para los estándares indios. Queda por ver si superará los protocolos de homologación de la Unión Europea. Si lo hace, ya no nos importará adelantar un camión lleno de puercos, ovejas o pollos y siempre podremos desactivar el filtro al llegar a los campos de olivos de Jaén.
Shellios los piensa vender en India por 4.500 rupias (unos 56 euros). Quizá sea mucho para algunos nativos, pero siempre será más barato que optar por el Tesla con » modo de defensa de armas biológicas» que el polémico Elon Musk está tratando de colocar en el mercado.
