El descubrimiento del clítoris en las serpientes cambia radicalmente la idea del sexo entre estos reptiles y sugiere que podría haber seducción y placer en el proceso de apareamiento
Durante mucho tiempo los zoólogos pensaban que las serpientes hembra no tenían órgano sexual, pero la investigación a cargo de un equipo internacional de científicos y dirigido por la Universidad de Adelaida, en Australia, proporciona las primeras descripciones anatómicas adecuadas de los genitales femeninos de las serpientes. Su artículo, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, localiza el clítoris en la cola de una serpiente hembra.
Los penes de las serpientes, llamados hemipenes, se han estudiado durante décadas. Son bífidos y algunos están recubiertos de púas. Pero el órgano sexual femenino de las serpientes había sido «pasado por alto en comparación», según los investigadores. No es que fuera difícil de encontrar, sino que los científicos no lo buscaban. Además del tabú asociando a los genitales femeninos durante siglos, se aceptaba popularmente el que las las serpientes eran intersexuales.
Las serpientes hembra tienen dos clítoris individuales o hemiclítoris, separados por tejido y ocultos en la parte inferior de la cola. Según los investigadores, este órgano de doble pared está compuesto por nervios, colágeno y glóbulos rojos, lo que coincide con el tejido eréctil.
El clítoris está presente en muchas especies animales, y no tenía sentido evolutivo para los investigadores que el de las serpientes hubiera sido eliminado por la evolución. Los científicos empezaron con una víbora de la muerte, y enseguida encontraron el clítoris (una estructura en forma de corazón), cerca de las glándulas odoríferas de la serpiente, que se utilizan para atraer a la pareja.
El equipo lo comprobó en diversas serpientes, diseccionando un total de nueve especies, entre ellas la pitón alfombra, la víbora hocicuda y la víbora cantil. Los hemiclítoris variaban de tamaño, pero estaban presentes en todas ellas.
El hallazgo permite formular nuevas teorías sobre el sexo de las serpientes, que podría implicar la estimulación y el placer de la hembra. Hasta ahora, los científicos creían que el sexo entre serpientes se basaba sobre todo en la coerción y en que el macho forzaba el apareamiento. Esto se debía a que las serpientes macho solían ser bastante agresivas físicamente durante el apareamiento, mientras que la hembra era más pasiva.
Pero ahora, con el hallazgo del clítoris, se da cabida a la seducción y la estimulación como otra forma de que la hembra esté más dispuesta a aparearse con el macho, según los investigadores. Esto también explicaría los juegos preliminares de las serpientes, en los que las serpientes macho suelen rodear la cola de su pareja, donde se encuentra el clítoris.
También antes prevalecía la creencia de que las serpientes hembra tenían una versión más pequeña del hemipene masculino, como ocurre en los lagartos monitor. Por ello, en algunos estudios sobre serpientes intersexuales, los científicos habían etiquetado erróneamente un hemiclítoris como hemipene.