La Alhambra de Granada no solo es un impresionante palacio y fortaleza, también es una muestra de las técnicas de arquitectura más avanzadas y sostenibles de la época
La Alhambra de Granada es un complejo de palacios, fortalezas y jardines construido por la dinastía nazarí de gobernantes musulmanes en los siglos XIII y XIV. El recinto es conocido por sus impresionantes características arquitectónicas y su intrincada decoración, que mezclan influencias culturales islámicas y andalusíes, pero ¿qué hicieron los nazaríes en la construcción este edificio que era revolucionario en la Edad Media? Estas son algunas de las asombrosas técnicas arquitectónicas empleadas en la construcción de la Alhambra:
TAPIAL
La construcción con tierra apisonada o tapial consiste en comprimir capas de tierra para formar un muro sólido, y es una de las más antiguas que se conocen. También se conoce como pisé (en francés) o rammed earth (en inglés). La tierra apisonada se ha utilizado en la construcción durante miles de años, con ejemplos de estructuras de tierra apisonada que se remontan a antiguas civilizaciones de China, África y Sudamérica. La Gran Muralla está construida en gran parte con tapial.
La técnica consiste en excavar primero una zanja poco profunda y luego añadir capas de tierra, a menudo mezcladas con materiales estabilizadores como cal, grava o arena. Cada capa se compacta cuidadosamente con un apisonador, que es un palo largo con un extremo plano. El proceso se repite hasta que el muro alcanza la altura deseada. Al contrario que el adobe, no se forman ladrillos con tierra, sino el muro entero con un encofrado. Una vez terminado se recubre con cal para impermeabilizarlo. Hoy en día el tapial está resurgiendo, actualizado, como una forma de construcción respetuosa con el medio ambiente y que aísla tanto del calor como del frío.
ESTUCO
El estuco es un tipo de pasta fina hecha de de cal apagada, mármol pulverizado, yeso, pigmentos naturales y otros componentes. Se endurece por una reacción química al entrar en contacto el hidróxido de calcio de la cal con el dióxido de carbono del aire, pero mientras tanto se puede esculpir. Por eso era el material ideal para para crear intrincados motivos geométricos y florales en los muros interiores de la Alhambra. El estuco se aplicaba en capas y luego se tallaba o pintaba para crear los asombrosos diseños finales.
Un ejemplo del innovador uso del estuco en la Alhambra son los mocárabes, palabra proveniente del árabe muqarnas, bóvedas ornamentada con prismas yuxtapuestos de yeso que dan la impresión de estar en una cueva llena de estalactitas arracimadas.
MOSAICOS
La Alhambra es una fortaleza, pero también un palacio, y como tal debe dar una impresión de lujo y riqueza. Los numerosos mosaicos son una de las formas en la que el visitante se siente envuelto por ese aire de grandeza. Los mosaicos más antiguos se remontan al tercer milenio a.e.c., en Mesopotamia, y fueron usados por los antiguos egipcios, griegos y romanos, creando intrincados diseños con pequeñas piezas de vidrio coloreado y piedra.
En la Alhambra de Granada, los mosaicos se utilizan ampliamente como decoración en paredes, suelos y techos. Están hechos de pequeñas piezas de azulejos de colores, normalmente en tonos azules, verdes y dorados. Uno de los ejemplos más famosos del arte del mosaico en la Alhambra son las paredes del Patio de los Leones.
Foto: Luigi Rosa
TALLAS DE MADERA
La Alhambra también cuenta con intrincadas tallas de madera, sobre todo en los techos de las habitaciones del palacio. La madera (principalmente pino) se utilizaba en los tejados, techos, puertas y contraventanas, pero no se limitaba a una función estructural. Mientras las paredes se decoraban con intrincadas tallas en estuco, los techos seguían repitiendo estos patrones en las vigas de madera de los techos con motivos geométricos. Aunque hoy en día aparecen sin color, en su momento se pintaron de colores primarios brillantes, principalmente rojo, azul y oro.
Foto:Shadowgate
FUENTES
Para los reyes de la Alhambra, procedentes del desierto, el agua era un tesoro, y un símbolo de riqueza y bienestar. No es de extrañar que el palacio de la Alhambra contenga muchas fuentes, estanques y canales de riego, que se utilizaban tanto con fines prácticos como decorativos. Estas fuentes ayudaban a mantener fresco el palacio y proporcionaban un ambiente tranquilo a residentes y visitantes.
A pesar de su importancia, los arquitectos de la Alhambra diseñaron técnicas para el uso del agua extremadamente conservadoras, destinadas a no despilfarrar este recurso. Muchas fuentes consistían en una pileta con una lámina de agua plana, que producía apenas un rumor. Con la toma de Granada por los cristianos, las fuentes fueron modificadas para que tuvieran chorros más altos y potentes, como los que se pueden ver hoy.