Los mensajes de texto y el desplazamiento por la pantalla provocan un aumento de casos de dolor que se empieza a llamar «Tech neck», o «cuello tecnológico»

El equipo multidisciplinar del Centro de la Columna en la Universidad de Texas Southwestern trata a pacientes con todos los niveles de dolor de cuello, incluido el «cuello tecnológico», que puede producirse cuando las personas pasan largos periodos de tiempo mirando hacia abajo a un teléfono móvil.

El uso constante de dispositivos móviles puede dar lugar a lo que se conoce como «cuello tecnológico», un dolor crónico que resulta del uso prolongado de teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos electrónicos.

Segun datos de la UT, los estadounidenses pasan una media de más de cinco horas al día con sus teléfonos móviles y aún más horas mirando fijamente ordenadores portátiles y pantallas de ordenador. La tensión repetitiva en los huesos, nervios y músculos causada por mirar hacia abajo a un dispositivo puede provocar rigidez muscular, inflamación de las articulaciones, nervios pinzados, artritis e incluso espolones óseos o hernias discales.

Doblar la cabeza hacia delante en un ángulo de 45 grados aumenta la fuerza ejercida sobre el cuello hasta casi 15 kilos.

Los seres humanos evolucionaron para mirar hacia el frente, no para mirar hacia abajo durante largos períodos de tiempo. Esto ejerce una presión excesiva sobre la columna cervical, según expliocan los expertos en rehabilitación de la UT.

La cabeza de un adulto normal pesa entre 3,5 y 4 kilos, pero doblarla hacia delante en un ángulo de 45 grados, algo habitual cuando se mira un teléfono móvil, aumenta la fuerza ejercida sobre el cuello hasta casi 15 kilos.

Con la repetición, esa fuerza puede forzar o lesionar las articulaciones facetarias que conectan nuestras vértebras. Cuando esto ocurre, los músculos circundantes se tensan de forma natural para proteger los nervios cercanos, lo que provoca inflamación, dolor y nudos en el cuello, lo que a menudo se conoce como cuello técnico.

Los tratamientos no quirúrgicos del cuello tecnológico incluyen medicación y fisioterapia, inyecciones de esteroides y puntos gatillo, bloqueos nerviosos y técnicas mínimamente invasivas como la ablación por radiofrecuencia. La buena noticia es que la mayoría de los pacientes con cuello técnico no requieren cirugía.

Mantener el teléfono a la altura de los ojos tanto como sea posible puede ayudar a reducir la tensión en el cuello y posiblemente prevenir futuros problemas. La solución es aprender a prevenir el cuello tecnología durante el uso de estos dispositivos, y si el dolor se desarrolla, consultar a un especialista que pueda ayudar.