Las heridas crónicas son un problema para las personas que padecen diabetes, un nuevo tipo de vendaje inteligente puede ayudar a que no se infecten
La mayoría de las veces, cuando alguien se hace un corte, una raspadura, una quemadura u otra herida, el cuerpo se cura solo. Pero no siempre es así. La diabetes puede interferir en el proceso de curación y dar lugar a heridas que no desaparecen y que pueden infectarse y supurar.
Este tipo de heridas crónicas no sólo debilitan a las personas que las padecen. También suponen una sangría para los sistemas sanitarios, ya que sólo en Estados Unidos representan una carga financiera de 25.000 millones de dólares al año.
Un nuevo tipo de vendaje inteligente desarrollado en Caltech puede facilitar el tratamiento de estas heridas, haciéndolo más eficaz y menos costoso. Estos vendajes inteligentes se desarrollaron en el laboratorio de Wei Gao, profesor adjunto de ingeniería médica, investigador del Instituto de Investigación Médica Heritage.
A diferencia de un vendaje típico, que puede consistir sólo en capas de material absorbente, los vendajes inteligentes están hechos de un polímero flexible y elástico que contiene componentes electrónicos y medicación incorporados. La electrónica permite al sensor detectar moléculas como el ácido úrico o el lactato y condiciones como el nivel de pH o la temperatura de la herida, que pueden ser indicativas de inflamación o infección bacteriana.
El vendaje puede responder de tres maneras: En primer lugar, puede transmitir los datos recogidos de la herida de forma inalámbrica a un ordenador, tableta o teléfono inteligente cercano para que los revise el paciente o un profesional médico. En segundo lugar, puede administrar un antibiótico u otro medicamento almacenado en la venda directamente en el lugar de la herida para tratar la inflamación y la infección. En tercer lugar, puede aplicar un campo eléctrico de baja intensidad a la herida para estimular el crecimiento del tejido y acelerar la cicatrización.
En modelos animales de laboratorio, las vendas inteligentes demostraron su capacidad para proporcionar a los investigadores información actualizada en tiempo real sobre el estado de la herida y el estado metabólico de los animales, así como para acelerar la cicatrización de heridas infectadas crónicas similares a las humanas.
Gao afirma que los resultados son prometedores y añade que las futuras investigaciones en colaboración con la Facultad de Medicina Keck de la USC se centrarán en mejorar la tecnología de las vendas y probarla en pacientes humanos, cuyas necesidades terapéuticas pueden ser distintas de las de los animales de laboratorio.