Los perros rastreadores pueden representar una forma más barata, rápida y eficaz de detectar el COVID-19, y podrían ser una herramienta clave en futuras pandemias
Una nueva revisión de investigaciones recientes, publicada en De Gruyter’s Journal of Osteopathic Medicine, descubrió que los perros olfateadores son tan eficaces, o incluso más, que las pruebas convencionales de COVID-19, como la RT-PCR.
Los perros poseen hasta 300 millones de células olfativas, frente a sólo 5 ó 6 millones en los humanos, y utilizan un tercio de su cerebro para procesar la información olfativa, frente a sólo el 5% en los humanos. Los perros adiestrados para reconocer compuestos orgánicos volátiles específicos creados en el organismo durante una enfermedad han identificado con éxito a pacientes con ciertos tipos de cáncer, Parkinson y diabetes.
El profesor Tommy Dickey, de la Universidad de California en Santa Bárbara, y Heather Junqueira, de BioScent Detection Dogs, revisaron 29 estudios en los que se utilizaron perros para detectar COVID-19. Los estudios fueron realizados con más de 31.000 muestras por más de 400 científicos de más de 30 países utilizando 19 razas de perros diferentes. En algunos estudios, los perros olfateaban directamente a las personas, a veces en lugares públicos como control sanitario. En otros, los perros olfatearon muestras de pacientes, como sudor, saliva u orina.
En la mayoría de los estudios, los perros olfateadores demostraron una sensibilidad y especificidad similares o superiores a las de las pruebas RT-PCR o las pruebas de antígenos. En un estudio, cuatro de los perros pudieron detectar el equivalente a menos de 2,6 x 10-12 copias de ARN viral por mililitro. Esto equivale a detectar una gota de cualquier sustancia olorosa disuelta en diez piscinas olímpicas y media y es tres órdenes de magnitud mejor que los instrumentos científicos modernos.
Los perros podían detectar COVID-19 en pacientes sintomáticos, presintomáticos y asintomáticos, junto con nuevas variantes de COVID e incluso COVID largo. Una de las principales ventajas del uso de los perros era su rapidez: podían proporcionar un resultado en cuestión de segundos o minutos y no requerían costosos equipos de laboratorio ni generaban montañas de residuos plásticos, a diferencia de los métodos de diagnóstico convencionales.
«Aunque mucha gente ha oído hablar de las excepcionales capacidades de los perros para ayudar a los humanos, su valor para el campo de la medicina se ha considerado fascinante, pero no listo para su uso médico en el mundo real», afirma el profesor Dickey. «Tras realizar esta revisión, creemos que los perros rastreadores merecen su lugar como metodología de diagnóstico seria que podría ser especialmente útil durante las pandemias, potencialmente como parte de los exámenes sanitarios rápidos en espacios públicos. Confiamos en que los perros rastreadores sean útiles para detectar una amplia variedad de enfermedades en el futuro.»
El profesor Dickey y Heather Junqueira añadieron que, en su opinión, la impresionante investigación internacional sobre perros rastreadores de COVID descrita en su artículo demuestra, quizá por primera vez, que los perros rastreadores médicos están listos para aplicaciones médicas corrientes.