Durante los últimos años se ha pensado que el color azulado de la luz que emiten las pantallas puede alterar el sueño, pero el color no es lo más importante
La visión es un proceso complejo en el que los fotoreceptores de la retina convierten la luz en impulsos eléctricos, siendo procesados luego en el cerebro. La luz ambiental, además de permitirnos ver, influye en nuestro ritmo sueño-vigilia a través de células ganglionares especializadas en la retina. Estas células reaccionan fuertemente a la luz de onda corta alrededor de 490 nanómetros, importante para nuestro reloj interno. La intensidad de la luz por longitud de onda es crucial, más que el color percibido. Un estudio previo en ratones sugirió que la luz amarillenta tenía más influencia en el reloj interno que la azulada. Sin embargo, en humanos, las células ganglionares sensibles a la luz son probablemente las principales mediadoras del efecto de la luz sobre el reloj interno y el sueño.
Un estudio en la Universidad de Basilea y el TUM investigó este fenómeno exponiendo a 16 voluntarios a estímulos de luz azulada, amarillenta y blanca. El objetivo era determinar si el color de la luz afectaba el reloj interno y el sueño. Se evaluó el cambio en el reloj interno, el tiempo para dormirse y la profundidad del sueño. Contrariamente a los resultados en ratones, no se encontró evidencia de que la variación del color de la luz entre azul y amarillo tenga un papel relevante en el reloj interno humano o el sueño. Este hallazgo apoya otras investigaciones que indican que las células ganglionares sensibles a la luz son las más importantes para el reloj interno humano.
Este estudio, publicado en «Nature Human Behaviour», plantea preguntas adicionales sobre si el color de la luz afecta el sueño bajo diferentes condiciones, como una exposición más prolongada o en distintos momentos del día. Además, aborda el impacto de la luz de dispositivos móviles en los ritmos biológicos y el sueño, recomendando evitar la exposición a luz de onda corta en las pantallas durante la noche.